sábado, 11 de abril de 2009

कंदों नोस असिस्ट ला RAZON

CUANDO NOS ASISTE LA RAZON

Quizás sea difícil entender que algunas veces tenemos razón, pero si, la tenemos ¿qué hacer cuando esto sucede?, siempre he creído que mi situación no debería cortarme en el momento que me sucediera, pero pasa todo lo contrario y algunas veces no se como defenderla sin llegar a perderla, ¿cómo decirlo?, ¿qué postura debemos situarnos?, ¿debemos dejarla pasar, si nos hace daño?, ¿asumimos el papel de sumisos por no tener una bronca?, si hacemos esto estamos dejando pasar una oportunidad de demostrar que estamos en el buen camino, que estamos cambiando poco a poco. Estas preguntas nos las hacemos y las dejamos sin contestar, y yo por lo menos no quiero seguir haciéndolo.
¿Qué hacer cuando existe una razón para seguir hacia delante?, cuando hemos encontrado un objetivo que nos ayuda a ir entendiendo más nuestro problema, cuando lo llevamos con entusiasmo, porque al fin hemos encontrado algo útil por ti y para ti y para los demás, compartes tus experiencias, tus logros y tus fracasos para que les ayude a entender su problema, y pretendemos que nos valga también de ayuda a nosotros mismos.
Llegando a este punto, intentas razonar las cosas y las situaciones, y ves que algunas te siguen sobrepasando, entonces aparece nuestra gran enemiga “LA SOBERBIA” mala consejera, y en su nombre actuamos contra aquellos, que llevando menos tiempo nos dan lecciones de humildad y de constancia haciendo lo que se debe hacer, pretender salir lo mismo que nosotros, de la vida que han llevado hasta ahora, y eso parece que nos sienta mal, por creer que lo sabemos todo, aprovechamos su buena disposición para trasmitirles nuestro propio fracaso.
Hay que dejar de una vez por todas estas posturas y dedicarnos fuertemente a ser coherentes con los demás, aceptando sus opiniones, sus sugerencias, aprender de los que aportan cosas, entre ellas las que nos dicen que somos personas con personalidad propia, tenemos el deber de aportar sinceridad y honestidad, oyendo a todos, comprendiendo que vienen a nosotros buscando soluciones como llegamos todos.
Por todo esto cuando nos asiste una razón debemos saber entenderla y afrontarla nosotros solos sin implicar a los demás, cuando pretendemos que nuestra forma de ver las cosas sea la única existente, estamos haciendo todo lo contrario a lo que predicamos, cuando tratamos de influenciar a las personas, estamos cometiendo un error que nos puede llevar a la insatisfacción con nosotros mismos y la razón que nos asistía la perdemos.
En esta carta reconozco que a veces soy de esta forma, que no acepto las críticas de los demás aunque sean en mi propio beneficio, deberían saber cuando son verdaderas y cuando no, pero debo aprender a separar estas, y pensar que las criticas cuando no son constructivas no pueden hacerte daño. Tengo que acabar con tanta sin razón, con tanto egoísmo, tengo que entender que mi deber para con los demás solo llega hasta lo que ellos me permitan, e intentar trasmitirles lo poco que he hecho bien y mal para que ellos decidan si les vale, por que sino DEJARA DE ASISTIRME LA RAZÓN.

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